foto Gettingbetter |
Pensé que era un poco feo cotillear sobre los otros blogueros y no dejar que cotilleen sobre mí, así que me puse a bucear en las fotos de mi iPhone en busca de inspiración, sin saber muy bien qué contar y qué podría interesar... Y el resultado lo tenéis ahí arriba, en la pestaña Sobre mí.
Y ahora vamos con la receta de hoy. Debo confesar que no me entusiasman los brownies. Me gusta el chocolate, sí, al fin y al cabo nací en Suiza y vivo en Bélgica: sería imperdonable que no me gustara. Pero con un trocito de chocolate con avellanas aquí y un poco de salsa de chocolate con algún postre que lleve frambuesas, soy feliz. Con la única excepción, quizá, de mi Tarta Sacher. Está mal que yo lo diga, pero es divina!!!
No soy de pedir mousse de chocolate en un restaurante de postre, ni menos mi-cuit ni coulant de chocolate, que creo que me empalagaría para un año entero. Peeeero, he tenido y tengo amigos MUY chocolateros. Pero mucho. Y cuando digo mucho, es m-u-c-h-o. Gente que se alimentaría exclusivamente de chocolate. Y claro, uno se debe a su público!!
Así que decidí probar esta receta, y me convenció. Estos brownies son tiernos y ligeros (en la foto parecen secos, pero no lo son para nada) sin ser tan "pastosos" como otros que he probado, y las avellanas caramelizadas les dan un crujiente que me gusta mucho.